*Por Juan Pablo Parrilla

El fin de semana surgió una discusión debido a que las cifras que brindaron medios nacionales sobre el dengue en La Rioja no coinciden con las que dio el gobierno provincial. Sin embargo, los datos que aportaron portales porteños están basados en reportes de la primera semana de marzo. Por eso las diferencias. Eso sí: la situación es extremadamente delicada. En la capital hay un caso cada 65/70 vecinos y se confirmó la primera muerte por dengue del año.

Periódicamente el Ministerio de Salud publica un boletín epidemiológico, cuya última edición salió a la luz el 27 de marzo. Al otro día, varios medios nacionales tomaron esas cifras y las informaron sin aclarar que los datos sobre el dengue habían sido colectados hasta el 9 de marzo, aunque la fecha no está clara, porque el reporte incluye un recuadro con datos que hace referencia a la décima semana epidemiológica (SE), que terminó el 7 de marzo (ver imagen).

Este fue el recuadro publicado por el Ministerio de Salud nacional y que corresponde a datos de hasta la décima semana epiemiológica.

Como sea, sorprendió que se informara que hay apenas 172 casos de dengue en La Rioja, entre confirmados y sospechosos, a partir de lo que notificó el gobierno local al Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud. Apenas unas horas después de que se conoció el reporte, el gobierno provincial precisó que hasta ese día había 3.201 casos en La Rioja. Y el sábado el número trepó a 1.686 casos confirmados y otros 1.666 en estudio, lo que arroja un total de 3.352 casos. La diferencia entre esos 172 casos y los 3.352 casos y la falta de información sobre las fechas fue lo que generó la confusión. 

Primera víctima mortal

También sorprendió que el boletín epidemiológico informara que en La Rioja falleció un hombre de 52 años por dengue el 12 de marzo. En la provincia nadie tenía novedades de ese deceso. Al otro día, el ministro de Salud, Juan Carlos Vergara, corroboró el dato. 

El funcionario explicó que la demora en la comunicación se debió a la falta de confirmación del Instituto Maiztegui, que es el único centro del país que puede constatar si un fallecimiento fue por dengue. La institución ubicada en la localidad bonaerense de Pergamino, según precisaron altas fuentes sanitarias a EL FEDERAL, está analizando en estos momentos un segundo caso fatal de La Rioja, y se espera que en breve estén los resultados.

¿Se aceleró la epidemia?

Una cuestión que llamó la atención es que, de acuerdo a las cifras oficiales, parecería (en principio, porque hay una explicación oficial) que la epidemia se aceleró en La Rioja al mismo tiempo que el gobierno provincial lanzó una campaña de descacharreo y desmalezamiento, que todos los actores involucrados coinciden que ha sido exitosa, más allá de que debería haber comenzado mucho antes de que empiece el verano. Fue tan bueno el trabajo puerta a puerta, que al menos en la clínica y extraoficialmente las autoridades del Hospital Vera Barros creen que ya se están viendo los primeros resultados positivos. No obstante, como la enfermedad tarda siete días en incubar, las autoridades saben que se necesitan de dos a tres semanas para empezar a ver mayores logros. 

Ya el 19 de marzo el ministro Vergara había advertido que estaban disminuyendo las consultas por dengue en los centros de salud, pero aumentando los casos notificados. Las cifras lo acompañan. Desde ese 7 de marzo en que La Rioja tenía sólo 172 casos hasta que se publicó el informe del Ministerio de Salud pasaron 20 días. En ese período se reportaron 3.022 casos nuevos entre confirmados y sospechosos, es decir, 151 más por día.

Muy lejos de esa cifra, el 12 de marzo el gobierno de La Rioja había informado que hasta el 10 de marzo se estaban contagiando unas 20 personas por día. Es decir que si todas estas cifras son ciertas, el ritmo de aumento de casos creció un 755% en tres semanas, en sintonía con lo que había dicho el ministro Vergara.

Sin embargo, ese aumento no tiene que ver necesariamente con una suba de contagios, sino con el cambio en la forma de confirmarlos, según explicó a EL FEDERAL el director de Epidemiología de La Rioja, Eduardo Bazán. “En el momento cero de una epidemia se estudian todos los casos, porque los análisis de laboratorio sirven de vigilancia. Pero una vez que hay circulación, cuando hay muchos casos, la confirmación se hace con criterios clínicos y epidemiológicos. Por eso aumentan los casos, porque ya no dependen del laboratorio. Si sabés que tal persona tiene ciertos síntomas y vive en tal lado, se confirma el caso”, analizó el profesional. 

Una vez que el caso pasa ser incluido como sospechoso o confirmado, las provincias reportan al Sistema Nacional de Vigilancia. Esa carga viene retrasada en La Rioja, porque el mismo personal que estaba hace tres meses hoy debe encargarse de más de tres mil notificaciones. Y la carga es muy pesada, por la gran cantidad de información que requiere, que va desde los datos filiatorios hasta los síntomas y el tratamiento que realizó la persona. Por eso, las cifras más confiables no son las que brinda el Ministerio de Salud nacional -basada en las notificaciones-, sino las del informe diario que realiza el gobierno provincial. No se trata de creerle a uno o a otro, sino de que uno está más actualizado que el otro.

Todos conocen a un contagiado

Quizás el dato más alarmante es la cantidad de contagios por habitante. El periodista Ezequiel Fuentes Sauma publicó hace una semana una comparación entre todas las provincias, donde quedaba claro que la situación en La Rioja es mucho más grave que en el resto del país, porque hasta ese momento era el segundo distrito con más contagiados, pese a que se trata de una de las provincias más chicas. Sólo era superada por la Ciudad de Buenos Aires, que tiene más de dos millones y medio de habitantes.

Pero el dato es todavía más preocupante si se tiene en cuenta que la enorme mayoría de los casos se concentra en la capital. De los confirmados, el 94,42% vive en la ciudad de La Rioja. Si se incluyen los sospechosos y se traspola la información, esto quiere decir que en la capital habría alrededor de un caso cada 65/70 vecinos.

En ese marco se dio el debate sobre las fumigaciones aéreas en La Rioja, tema sobre el que EL FEDERAL investigó cuando fue anunciado por el gobierno. En una provincia acostumbrada a esquivar la discusiones de fondo, los debates de los problemas graves y sus posibles soluciones deben ser celebrados, más allá de que en épocas de crisis sanitaria es fundamental que la población confíe en sus autoridades.

MIRÁ EL INFORME COMPLETO DEL MINISTERIO DE SALUD:

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