Desde el ministerio de Educación de la Nación observan las medidas que se tomaron en Europa y diseñan un regreso a las escuelas de todo el país de acuerdo a las posibilidades locales. Mirá cuáles sería los principales cambios.

Desde que las clases se suspendieron hace ya 50 días en Argentina, el pasado 16 de marzo, la pregunta que sobrevuela es cuándo se reanudará el ciclo lectivo. Todavía no hay una fecha definida y el Gobierno Nacional se mueve con cautela. Algunos de sus interlocutores señalan agosto como una fecha tentativa; otros, más pesimistas, creen que hasta septiembre no habrá actividad escolar.

Más allá del “cuándo”, la inquietud que comienza a ganar lugar es “cómo”. Las autoridades sanitarias ya adelantaron que, una vez que se levante el aislamiento obligatorio, habrá nuevas medidas de seguridad, protocolos para guardar el distanciamiento social pertinente. Habrá una nueva normalidad. Y de esa nueva normalidad no estarán exentas las escuelas.

El mundo se vio forzado al cierre masivo de sus establecimientos educativos. La Unesco calculó que más del 90% de los estudiantes estuvieron sin clases a la vez. Pero, poco a poco, y con aulas que lucen completamente diferentes, algunos países del hemisferio norte empiezan a retomar la actividad. En el ministerio de Educación observan la situación para diseñar el regreso a la presencialidad en las escuelas de todo el país, entre ellas las de San Juan, con las particularidades locales.

El titular de la cartera, Nicolás Trotta, participó de un intercambio entre ministros de Iberoamérica, en el que el tema central fue analizar posibles modalidades de retorno a clases. A su vez, por videoconferencia, mantuvo encuentros uno a uno con funcionarios de distintos países europeos.

“Poder poner en valor las experiencias que están llevando adelante los distintos países ayuda a clarificar los enormes desafíos que tenemos por delante. Miramos con mucha atención las decisiones que están llevando adelante países del hemisferio norte, de Europa, que van proyectando el retorno a las aulas en las próximas semanas”, señaló.

Las medidas relevadas son variadas. Van desde la extravagancia china, donde los alumnos de una primaria usan sombreros con aletas de un metro de alcance, hasta el estricto control danés, donde los niños se sientan a dos metros de distancia unos de otros, donde a los padres se les prohíbe el ingreso a los establecimientos y donde se redujo drásticamente la capacidad máxima en las aulas.Argentina sigue con atención las experiencias de los países europeos que ya retomaron la actividad escolar y los que, aún en confinamiento, definieron pautas de retorno. En base a esos antecedentes, se piensan esquemas posibles, aunque -se sabe- es inviable tomar las soluciones tal como vienen. En muchas provincias, la infraestructura escolar es deficiente y, con frecuencia, no se cumplen reglas mínimas de higiene: por ejemplo, faltan dos recursos tan básicos como el agua y el jabón.

Más allá de la incertidumbre, al igual que la salida de la cuarentena, la vuelta a clases será gradual. Una posibilidad que se analiza en el Consejo Federal de Educación, donde interactúan todos los ministros provinciales, es que sea por regiones. Aquellas de baja densidad de casos, como el NEA y el NOA, podrían retornar antes. Lo mismo corre para las zonas rurales, donde los alumnos son menos y casi no hay circulación viral. A su vez, se priorizaría el regreso de los estudiantes en el último año de los dos niveles, tanto primaria como secundaria. En ningún caso, aclaran, será en el corto plazo.

Hay otras alternativas en estudio. Una de ellas es hacer entrar media hora más tarde a los alumnos de secundaria. Otra dividir la concurrencia por días de semanas: que la mitad de los cursos asista los primeros días de la semana y que la otra mitad vaya los últimos. Los recreos también se harían espaciados, en varios turnos. El objetivo, sin excepciones, será evitar aglomeraciones y limitar el contacto entre los estudiantes.

Las medidas que tomaron los países europeos

Dinamarca

Tras un mes de confinamiento, el 15 de abril Dinamarca se convirtió en el primer país europeo en reabrir las escuelas. Los niños menores de guarderías, jardines y primarias -menores de 11 años- volvieron pero bajo normas de seguridad rigurosas: hay dos metros entre los bancos, se deben lavar las manos por lo menos una vez por hora, los padres deben despedirlos fuera de los establecimientos, muchas clases son al aire libre y los recreos se dividen en grupos pequeños. Para aplicar el protocolo se sirven del espacio liberado por los chicos de secundaria, que recién retomarán la semana que viene.

Alemania

El retorno comenzó este lunes y, aunque cada Estado federado goza de autonomía, se respetó la recomendación de la Academia Alemana de las Ciencias de limitar a 15 el máximo de alumnos por clase. Los recreos se están haciendo escalonados y hay un control estricto al metro y medio de distancia que deben guardar los estudiantes. Más allá de que no es obligatorio el uso de barbijo, sí se dispusieron medidas de higiene como el lavado de picaportes y barandas más de una vez al día, la ventilación de ambientes y el reparto de miles de litros de líquido desinfectante.

Austria

De los 1.1 millones de alumnos que tiene Austria, solo volvieron a clases 100.000, entre aquellos que deben rendir el examen de final de secundaria y los de formación profesional. Para el resto, las escuelas estarán abiertas desde el 18 de mayo, aunque la asistencia no será obligatoria. En principio y en forma alternada, la mitad de los alumnos concurrirá entre lunes y miércoles y la otra mitad entre entre el jueves y el viernes. Las clases de gimnasia seguirán suspendidas para evitar el contacto físico y los estudiantes mayores de 10 años tendrán que usar tapabocas.

Francia

Por indicación del gobierno, el ciclo lectivo debería reanudarse el próximo lunes. Ayer su presidente Emmanuel Macron volvió a insistir en la necesidad de reabrir ante el rechazo de algunos alcaldes y sindicatos docentes, que lo consideran demasiado pronto. El esquema que propone también es progresivo y, según el mandatario, se priorizará a los alumnos con mayores dificultades, los repitentes o aquellos que no dispongan de los recursos para seguir con clases a distancia. En ningún caso, las aulas podrán superar los 15 alumnos y deberán guardar al menos dos metros de distancia entre sí. Para los profesores, será obligatorio el uso de tapabocas.

España

Uno de los países más golpeados por la pandemia, con más de 25 mil muertos, empezó a planear el regreso a las aulas que se espera para septiembre. También España buscará limitar a 15 el máximo de alumnos por curso, cuando hoy permite más del doble. Por ende, apostarán por la asistencia por turnos (mañana y tarde) o alternando días a la semana. Las clases presenciales las combinarán con la enseñanza virtual en un modelo mixto. Las autoridades creen que los meses venideros, para ellos de receso, servirán para aceitar un sistema que hasta el momento funcionó con irregularidad.

(Con información de Infobae)

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