*Por Juan Pablo Parrilla

Durante dos semanas, jóvenes de diferentes ámbitos se reunieron con los arquitectos que están al frente del proyecto del Parque de la Juventud de La Rioja para hacer propuestas, en un poco habitual proceso de participación colectiva. También se realizó una encuesta online de la que participaron más de 600 personas. Los resultados se utilizarán para afinar el diseño de la obra.

La convocatoria la hizo la Secretaría de Juventudes y contó con el apoyo de la Secretaría de Comunicación y Planificación, que tomó nota de todas las opiniones que se vertieron en los encuentros. Con esos registros se hará un informe que incluirá también los resultados de la encuesta que se lanzó en redes sociales.

Según explicaron los organizadores, hubo diferentes reuniones, con una veintena de participantes en promedio y un pico de 30 personas en una que se celebró en el comedor de la UNLAR. También hubo encuentros virtuales vía Zoom. Intervinieron agrupaciones políticas, representantes de todos los centros de estudiantes de la universidad, referentes del deporte, la cultura y el turismo, emprendedores y feriantes, entre otros.

Aunque hubo muchas propuestas, algunas iniciativas se repitieron, como las cuestiones relativas a la accesibilidad y la necesidad de cuidar el ambiente, lo que se verá reflejado, por ejemplo, en cestos para la recolección diferenciada de basura. También solicitaron espacios para feriantes, expresiones artísticas y deportes alternativos, como skate y parkour. Y los centros de estudiantes pidieron que haya algo que recuerde la histórica toma de la UNLAR

Un proceso inédito

La directora de Planificación de Políticas Públicas, Silvia Fontañez, fue la encargada de tomar nota de todas las opiniones, para sistematizarlas y preparar un informe. En diálogo con EL FEDERAL, destacó la inédita apertura del espacio de opinión para los jóvenes, lo que enriqueció el proyecto. “Una obra tiene éxito cuando los beneficiarios se apropian, cuando son parte del proceso. Si te sentís parte, la vas a cuidar”, reflexionó.

“Esto es histórico. ¿Cuándo se le preguntó a los destinatarios de una obra lo que quieren hacer? Esto es un poroto para el gobierno. Por eso muchos de los que participaron nos agradecieron haber sido parte del proceso”, insistió la funcionaria de 32 años.

En la misma línea se manifestó una de las cabezas del proyecto, el arquitecto Gonzalo Bustos, del estudio Pucará, que asesora a la Jefatura de Gabinete. “Es una oportunidad real de poner a consideración de la gente los espacios públicos, algo por lo que siempre se peleó y nunca se logró”, planteó a EL FEDERAL. Y aclaró: “Hay algunas decisiones sobre el parque a nivel estratégico que ya se tomaron, pero ahora pusimos a consideración de qué manera lo vamos a usar, para qué lo queremos, cuáles son las actividades que se van a realizar allí”.

El parque y el nuevo centro de la ciudad

El proceso de construcción del parque, según explicó Bustos, está dividido en tres fases. La primera es el anteproyecto, que se está realizando en estos momentos, que termina con la articulación pública y que se cerrará en los próximos días. Luego, en una segunda fase, que demorará alrededor de un mes, se terminará de definir el diseño en base a todas las sugerencias y críticas que recibieron.

Después se articulará con profesionales para empezar a diagramar las cuestiones técnicas, como el sistema de riego, o calcular la cantidad de hormigón que se necesita. Finalmente el proyecto definitivo será presentado al gobernador Ricardo Quintela. Y en la tercera fase se empezará a ejecutar. El predio será cerrado y se espera que la primera parte se inaugure en un plazo de tres meses.

Sin embargo, Bustos propuso una mirada más amplia del proyecto. Entre sus responsables están convencidos de que el Parque de la Juventud “es el futuro centro de la ciudad”. Su ubicación es clave. Linda con la UNLAR, el Regimiento de Infantería, el Centro 5, el Centro Administrativo y el futuro centro cívico. Pero creen que el sector “está llenos de muros” y que hay que “atacar esos límites”.

“Queremos integrar todo eso a la trama urbana, para que, por ejemplo, se pueda recorrer el regimiento y que no sea un espacio estanco y cerrado, sino que esos equipamientos se puedan incorporar al ejido urbano; que se le puedan cambiar los usos y ganar espacio público”, expuso el arquitecto. Y reforzó: “El sector va a ser el futuro centro de la ciudad. La cuestión está en cómo se acelera políticamente el proceso”.

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