Sin dudas la información causó sorpresa y también preocupación en la comunidad al conocerse que una persona de sexo masculino mantenía relaciones sexuales con un perro, propiedad de una familia vecina. Lo peor de todo es que esto se vendría concretando ya desde hace varios meses atrás. Las primeras versiones indicaban que el hombre abusaba del animal, pero después y tras los testimonios recogidos por este medio se clarificó que la mascota era quién tenía el rol activo, mientras que el vecino adoptaba una postura pasiva.

Cristina Britos, propietaria del perro, dialogó en exclusiva con Radio Metro de Chepes y comentó que le costó dar a conocer esta situación porque le generaba “vergüenza ajena”. Dijo: “Nosotros venimos sospechando hace mucho porque mis hijos dormían afuera para el verano y siempre lo soltaban al perro, iban y le soltaban el collar, siempre veían a una persona pero nunca nos habían dicho, por lo que tomamos rastros y siempre los rastros iban para esa casa”.

Siguió: “El mes pasado me levanté a las seis de la mañana para irme a cobrar y cuando volví no estaba el perro, lo empecé a llamar y apareció de una casa que está en una esquina; había rastros y también preservativos que parecen que habían utilizado, es por eso que al collar le torcí un alambre para que no me lo desaten”. El accionar aparentemente era soltarlo para llevarlo a su vivienda.

”El domingo a las tres de la mañana, mi hijo estaba despierto y sintió ladrar los perros, y me habla diciéndome que estaba esa persona con el perro, nos acercamos a la ventana y estaba esta persona con el perro, e incluso hay un video que no se ve muy bien, pero no era que él violaba el perro, el perro lo servía a él, y al darse cuenta él sale disparando”, recordó.

La denuncia fue radicada formalmente en la tarde de este martes en la comisaría local, e incluso la propietaria manifiesta que la persona que estuvo con el animal le envió un mensaje. “Fue el domingo a las siete de la tarde para decirme si podía llegar mi marido a la casa de él, a lo que le respondí si no tenía vergüenza, tras lo cuál me envió un audio llorando y pidiéndome perdón”, dijo.

Tras todo lo acontecido la familia notó un cambio de conducta en el animal, incluso manifiestan que está más agresivo y están pensando en darlo en adopción porque tienen temor por uno de los hijos que tiene tan solo cinco años de vida, ya que consideran que si adoptó esta conducta puede ser un peligro potencial para cualquiera.

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