*Por el Equipo de Investigación de EL FEDERAL

El diputado Roberto Luna fue denunciado el año pasado por violencia de género y acoso sexual. El final de la causa fue un verdadero papelón de la justicia riojana, quizás el más escandaloso de los últimos tiempos, por una serie de cuestiones que se detallan en esta investigación. La magistrada, al final, lo declaró inocente, pero nadie sabe a ciencia cierta qué pasó, porque directamente cerró la causa sin abrir la investigación. Y la mujer, desilusionada, decidió no avanzar tras una fallida apelación.

Ayer el portal Opina La Rioja recordaba una situación contradictoria que esta tarde se vivirá en la Legislatura: entre los diputados que deberán votar la ley de paridad de género estará Luna. A partir de la consulta a fuentes judiciales y a la querella, EL FEDERAL decidió entonces indagar sobre lo que pasó con la causa contra el legislador de Arauco luego de que el tema desapareció de los medios.  

Un breve repaso. A Luna lo denunció Judith Mercado, una dirigente barrial de Villa Mazán que se había acercado al diputado de Arauco para conseguir ayudas sociales para los vecinos. “Yo le pedía en su tarea de funcionario público, por ejemplo, harina para una gente, y me pedía que le mande fotos. Siempre me trató de ‘amor’, ‘mami’, y yo siempre lo traté de ‘usted’, y él me pedía que lo trate de Roberto”, relató la denunciante.

Algunas frases que habría dicho el legislador y que según la querella fueron probadas a través de audios y capturas de WhatsApp incorporadas a la causa:

-“Me encanta tu boquita, me hacés desearla”

– “Sos muy rica, me encanta toda”.

Según contó a EL FEDERAL el abogado de la denunciante, Joaquín Pistone, la causa avanzó y el 6 de noviembre del año pasado salió el dictamen del fiscal con la imputación y la decisión de abrir una investigación contra Luna. El 12 de noviembre lo notificaron. Y el letrado se presentó en la causa como querellante. El acusado también eligió un abogado defensor.

En la notificación consta que Luna había sido imputado.

Pero una semana después desde el juzgado aseguraron que fue un error de carga, que Luna no estaba imptuado porque la denuncia se había desestimado y que la jueza Gabriela Asís había mandado a archivar el expediente. La sugestiva maniobra y la insólita excusa dejaron un tendal de dudas.

Para que se entienda: la jueza Asís desestimó el caso, pero no se investigó si Luna acosó sexualmente a Judith Mercado. No se analizaron las pruebas ni se peritó el teléfono de la denunciante. A la justicia, sencillamente, no le interesó el caso.

Hay dos cuestiones más que son gravísimas. La primera es que la supuesta víctima intentó apelar, pero la jueza subrogante Magdalena Azcurra rechazó el pedido porque se había resuelto el archivo del expediente. El abogado Pistone contó a EL FEDERAL que todavía quedaban vías legales para insistir, pero que su clienta se vio tan desilusionada que decidió no continuar. Más allá de las cuestiones técnicas, el problema es que el fuero que debía proteger a las mujeres se había convertido en su principal obstáculo. La denunciante no desistió libremente, sino condicionada por la dudosa actuación de la justicia.

Por otro lado, Pistone habló de corrupción y explicó en qué basaba su desconfianza del supuesto error de carga. “El informe de la fiscal aparece duplicado en el expediente, con números remarcados, como si hubiesen arrancado las hojas. Te das cuenta que lo han cambiado porque el expediente está todo foliado y de repente hay una doble numeración en los folios”, contó.

¿La Rioja está dispuesta a tolerar semejante atropello? ¿El movimiento feminista va a seguir guardando silencio, mientras Luna continúa siendo diputado como si nada hubiera pasado? ¿La sociedad va a mirar para otro lado? Sí, la justicia no lo condenó, pero tampoco lo investigó. Y el pueblo necesita saber si sus representantes están a la altura de su cargos.

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